Curso en línea de instructor de yoga
Tomaron clases con profesores de renombre, entre ellos: Yogui Amitram (Rishkesh Yogashram en Rishkesh, India), Bhuwan Chandra (Nada Yoga School, India), Gloria Arieira (Vidya Mandir), Anna Ivanov (directora de IYTA y alumna directa de B.K. S Iyengar), Shivaswarupa (Divine Life Society – Swami Shivananda), Nataraj (director del Shivananda Ashram en el sur de la India), Yogacharya Ganga Puri (Shri Santosh Puri Ashram de Haridwar, India), Swami Acyutananda Giri (Yogoda Satsang Society de la India), Swami Pranavananda Giri (Self Realization Fellowship, EE.UU.).
¿Qué hace falta para ser profesor de yoga?
Cualquiera que ame este arte y quiera profesionalizarse puede convertirse en profesor de yoga. Para ello, no es necesario haber estudiado en ninguna facultad específica, como educación física o medicina. Sin embargo, debe ser un curso profesional de una institución de referencia.
¿Cuánto cuesta la formación en yoga?
En general, las clases de yoga en familia pueden variar entre R$ 150,00 y R$ 300,00, dependiendo del número de practicantes. Aunque el precio sea más alto de lo normal, ¡merece la pena hacer el curso de yoga!
Curso gratuito de yoga en línea con certificado
Porque mucho más que una práctica física, el yoga es una forma de ver el mundo y de vivir en él. Este curso ha sido creado especialmente para quienes deseen construir una base sólida de conocimientos sobre la filosofía y la práctica del yoga, para su crecimiento personal o para convertirse en profesores e impartir clases en cualquier parte del mundo.
En 2008 pasó siete meses en la India estudiando yoga: en Mysore, practicó Ashtanga con Sheshadri y con Saraswati, y en Goa con Rolf Naujokat. En Rishikesh, profundizó sus conocimientos de Hatha Yoga con varios maestros.
Es licenciado en Quiropráctica por la Universidad Feevale y trabaja en Novo Hamburgo, en su consulta Vida Quiropráctica @vidachiropraticPreguntas frecuentes1. Nunca he practicado yoga antes. ¿Puedo hacer el curso?
Aliança brasileira de yoga
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Yoga en movimiento
Pasar de ser un practicante de Yoga a ser un profesor de Yoga tiene sus requisitos. Estos se pueden desarrollar, excepto el requisito principal, que es el deseo de compartir. Compartir es amor y de ese estado brotarán y fluirán todas las cosas. Se ha dicho que cualquiera que ame y sea amado puede ser un buen profesor, porque en el amor hay presencia. Cuando uno está verdaderamente presente, no sólo para los demás, sino también para uno mismo, está en el aquí y ahora, como si no hubiera otro momento. En este estado, hay amor propio y una aceptación sin prejuicios de uno mismo y de los demás. En ese estado uno es consistentemente capaz de ser un buen profesor. El entusiasmo por el Yoga también tiene un valor incalculable. Si no tienes entusiasmo por lo que enseñas, ¿a quién no le importará escuchar lo que tienes que decir?
Sobre todo, un profesor debe practicar intensamente para poder enseñar desde la experiencia. Debe practicar con sinceridad y estar dispuesto, con constancia, a observarse a sí mismo y a seguir buscando y creciendo, es decir, a ser un alumno para siempre. Estas cualidades, más un buen sentido del humor, desarrollarán la humildad, controlarán el ego y aumentarán la gratitud hacia todos los maestros, algunos de los cuales serán sus propios alumnos. De esa manera, el Yoga creará un vehículo que continuará purificando y nutriendo y estimulando el amor interior para que fluya tanto para el profesor como para sus alumnos. Este flujo de Amor es la meta más elevada del Yoga.